La era digital ha traído consigo numerosas ventajas, pero también desafíos significativos, como la amenaza de múltiples virus informáticos y del fraude online. Estos programas y acciones maliciosas pueden causar daños graves en nuestros dispositivos, robo de nuestra información personal o incluso suponer pérdidas económicas importantes a nivel personal o empresarial.
En esta entrada del blog hablaremos sobre la importancia de protegerse frente a las amenazas digitales, sin importar que estas provengan en forma de virus, hackers, o estafadores. Daremos un repaso a los tipos más comunes de virus informáticos y medios comunes de fraude electrónico y expondremos algunos consejos de valor que ayuden a mantenerte protegido de este tipo de amenazas
Virus informáticos
Un virus informático es un programa diseñado para alterar el funcionamiento normal de un sistema operativo sin el permiso o conocimiento del usuario. Estos programas pueden replicarse e insertarse en otros programas o archivos, dañando el sistema operativo de nuestro dispositivo o robando información de nuestras aplicaciones o archivos.
Existen diversos tipos de virus informáticos, cada uno con características y objetivos específicos. Algunos de los más comunes incluyen:
- Virus de Archivo: Infectan programas o archivos ejecutables.
- Macro Virus: Se propagan a través de documentos y afectan a las aplicaciones de software.
- Trojanos: Se disfrazan de programas legítimos pero llevan a cabo acciones maliciosas.
- Gusanos: Se replican a sí mismos sin necesidad de un archivo huésped.
- Ransomware: Cifran los archivos del usuario y exigen un rescate para su desbloqueo.
- Spyware: Recopilan información del usuario sin su conocimiento.
Vías de Infección
Podemos permitir la entrada de virus en nuestros dispositivos a través de varias vías, como por ejemplo:
- Correo Electrónico: Mediante adjuntos o enlaces maliciosos.
- Dispositivos de Almacenamiento Externos: Como USB o discos duros externos infectados.
- Descargas de Internet: Descargar de software de fuentes no confiables.
- Páginas web: Algunas páginas están diseñadas para infectar dispositivos tras visitarlas y realizar ciertas acciones.
- Redes Sociales: Enlaces o archivos compartidos en estas plataformas pueden contener malware ideado para robar nuestras cuentas de RRSS.
Prevención y Protección
La prevención es clave para evitar cualquier virus informático, por lo que las medidas clave para evitar ser infectados son:
- Uso de antivirus: Instalar y mantener actualizado un software antivirus de buena reputación es esencial para detectar y eliminar virus.
- Actualizaciones del dispotivo: Mantener el sistema operativo y todas las aplicaciones actualizadas nos ayuda a mantener parcheadas las vulnerabilidades conocidas de dichos SO.
- Cuidado con los correos electrónicos: Evitar abrir adjuntos o hacer clic en enlaces de correos electrónicos sospechosos. Cualquier archivo de un origen desconocido es una potencial amenaza informática.
- Navegación segura: Utilizar herramientas de navegación segura y evitar visitar sitios web de dudosa reputación, como aquellos que indican ofrecer gratuitamente contenidos que habitualmente son de pago.
- Copias de seguridad: Realizar copias de seguridad regulares de los datos importantes para recuperarlos en caso de infección.
- Educación y concienciación: Esta sería la más importante y la que nos gustaría destacar. Basta con ser críticos con nuestro entorno digital, informarse sobre las buenas prácticas en materia de ciberseguridad y no confiar en archivos de origen desconocido para mantenerse protegido de las amenazas más básicas del entorno digital.
Fraude Electrónico
El fraude electrónico implica el uso de varios medios, a veces electrónicos, otras veces incluso físicos, con el fin de obtener nuestros datos o nuestro dinero. Este tipo de acciones pueden variar en complejidad y tamaño, desde pequeños fraudes a nivel de usuario hasta tramas organizadas que pueden afectar a grandes organizaciones.
Tipos comunes de fraude:
- Phishing: Consiste en el envío de correos electrónicos que parecen provenir de fuentes legítimas, como bancos o proveedores de servicios, para engañar a las personas y obtener información sensible, como contraseñas y números de tarjetas de crédito.
- Scam o Estafas Online: Incluyen diversas tácticas como loterías falsas, herencias inexistentes o propuestas de inversión fraudulentas. A menudo, estas estafas prometen grandes recompensas a cambio de una pequeña inversión inicial.
- Fraude en Comercio Electrónico: Incluye actividades como la venta de productos falsificados o inexistentes en tiendas online, o el uso de tarjetas de crédito robadas para realizar compras.
- Vishing y Smishing: Variantes del phishing que utilizan llamadas telefónicas (vishing) o mensajes de texto (smishing) para engañar a las víctimas y obtener información personal o financiera.
- Fraudes en Redes Sociales: Estos fraudes se producen mediante la creación de perfiles falsos o el hackeo de cuentas para engañar a los contactos de la víctima, a menudo solicitando dinero o información personal.
Estrategias de prevención:
- Concienciación y educación: Al igual que contra los virus informáticos, la primera línea de defensa contra el fraude electrónico es estar informado. Ser críticos con nuestro entorno digital, informarse sobre las buenas prácticas en materia de ciberseguridad y no confiar en archivos de origen desconocido son una buena base.
- Verificación de Fuentes: Antes de proporcionar cualquier información personal o realizar transacciones, es crucial verificar la autenticidad de las solicitudes. Esto incluye verificar direcciones de correo electrónico, números de teléfono y URLs.
- Protección de información personal: Ser cauteloso con la información personal compartida en línea, especialmente en redes sociales.
- Uso de Software de Seguridad: Instalar y mantener actualizado software antivirus y antimalware, así como utilizar firewalls, puede ayudar a proteger los dispositivos de software malicioso asociado con fraudes electrónicos.
- Contraseñas seguras, autenticación de dos Factores y Apps de Autentificación: Utilizar contraseñas fuertes y únicas para cada cuenta, combinadas con métodos de autenticación de dos factores, aumenta la seguridad de nuestras cuentas de correo o de plataformas.
- Revisión periódica de cuentas y transacciones: Revisar regularmente los extractos de cuentas bancarias y tarjetas de crédito para detectar cualquier actividad inusual o no autorizada.
La protección contra el fraude electrónico y los virus informáticos requiere una combinación de vigilancia, conocimiento y cultura digital. Es crucial mantener un enfoque proactivo y de alerta pasiva ante comunicaciones de orígenes desconocidos o peticiones extrañas de contactos de nuestro entorno realizadas mediante canales no habituales.
Navegar en internet es perfectamente seguro si mantenemos un perfil crítico con todo aquello que pueda resultar sospechoso, incluso si proviene de contactos cercanos o fuentes confiables que puedan estar siendo suplantadas.
En la era digital que vivimos, donde nuestro entorno online se ha convertido en extensión de nuestra realidad física, adoptar prácticas seguras no es solo una recomendación, sino una necesidad.
